miércoles, 19 de marzo de 2008

Fin y principio

Para los pocos pero selectos lectores que habéis tenido la bondad y la paciencia de seguir mis aventuras, y por si queréis más.

El viaje a Mexico ha acabado y ahora escribo en un nuevo blog (puras ganas de liaros).

Es este:

http://vidasdesperdiciadas.blogspot.com/

con un guiño en el título,

allí nos vemos!

jueves, 21 de febrero de 2008

ya casi, casi

"El Norte" A 160 Km/h, como se puede obervar, es una imagen muy descriptiva.
El Parque Eólico La Venta I
Vista por detrás de La Venta donde se instalará La Venta IV
Dos mujeres de La Venta declarando a la prensa por qué están tan cabreadas con la CFE, justo antes de la marcha en protesta por los terrenos expropiados...¡se oye, se siente, zapata está presente!
La playa de El Cangrejo, a orillas del pacífico, cerca de Salina Cruz



La vuelta a la civilización fue gradual: pequeñas dosis en aumento de europeísmo, mala uva, impersonalidad y ruido. Antes de irnos prometimos volver. Hicimos una ronda de despedida que nos llevó dos días, para asegurarnos que no íbamos a olvidarnos de darle las gracias a nadie. Nos despedimos de Pedro, que nos invitó a comer un plato exquisito en su (pobre) casa. Lo cocinó su madre, que apenas hablaba español y se vestía de pura juchiteca. Pedro se fue casi llorando. Nosotros, también. Él es un señor muy sensible que aún tiene la esperanza (tal vez no infundada) de que algún día aprenderé zapoteco. Nos despedimos de los revolucionarios de radio Totopo, que nos permitieron ordeñar sus archivos musicales por el bien del documental, de C. “el Tigre”, el joven comunicador audiovisual licenciado por los zapatistas que vive exclusivamente para defender su tierra y su idioma (ser un revolucionario a veces es duro, dice cuando rechaza una cerveza). Nos despedimos de B. y R., que saben como manipular los medios por el bien de la lucha social, y que creyeron manipularnos, pero no lo hicieron, y de E., el hacedor de películas de la zona, y de radio La Ventosa y los que allí nos ayudaron, que me ofrecieron un puesto permanente de corresponsal y colaboradora en España (¿pueden creérselo?), y pienso hacerlo, ni que sea para seguir chingando a los caciques locales que se piensan que pueden dominar el mundo hasta el fin de los tiempos. Y de Ceci y su marido Leo, de ellos también nos despedimos, y de A., ¡claro!, y de su hermana L., y de el señor Chente cuyos hijos migrantes habían venido desde Los Angeles solo para celebrar su cumpleaños con él (recuerden todos: viaje clandestino a estados unidos=3000 dolares=peligro de muerte). El shunko de Chente (su hijo pequeño) tiene novia en EEUU, y dos hijos con ella, y le está pagando la carrera de enfermería a ella. Es un chavo tranquilo y dulce aunque de lejos no lo parece porque lleva tatuados los nombres de su madre y sus hijos en la espalda y los brazos a la moda latina. A el no le gustan los EEUU (a nadie, parece, le gustan) pero ya tiene hijos y chica allí: ¿qué puede hacer? Y su chava se aburre en La Vente porque no hay centros comerciales. Le gusta más el rancho de su padre pero la suerte ya está echada y le tocará estar de “ilegal” hasta…¿Cuándo?. Su hermano mayor, O., no tiene novia ni ataduras y aprovechó para interrogarnos a fondo sobre la situación en España. Al fin y al cabo el euro vale más que el dólar y el viaje a España es más barato y se hace cómodamente en avión. Tal vez se venga a España, para estar de ilegal, mejor irse a donde le traten mejor y hablen el mismo idioma. Tal vez O. sea el primer mexicano en cambiar los EEUU por Europa y nosotros inauguremos la primera red de ilegales mexicanos. Nos despedimos de doña Adela. Doña Adela vive en una casa sin suelo y sin puertas pero me regaló unos collares de conchas y un espejito dentro del cual venía su dirección, para que le escribamos. Es curandera, enfermera, partera, revolucionaria y sobre todo sabia, pero no le cobra a nadie por curar ni por levantar partos. Además de enseñarnos cómo hacer para que a los perros les vuelva a crecer el pelo, me enseñó a curar el dolor de estómago haciendo infusiones con nido de avispas, cómo curar los pulmones con vasos de leche cruda y a curar el cáncer con infusiones de cebadilla. Y varias cosas más que no fui capaz de retener a causa de los extraños nombres de las plantas de aquí. Ella es valiente, cree en Dios pero no en ninguna iglesia, entretiene sus pocos ocios comparando diversas biblias de diversas religiones y aprovechó el mercadillo de libros para comprarse un libro de recetas chinas. También me regaló un librito de usos y aplicaciones de las plantas medicinales mexicanas. Sus hijos están en EEUU y se fueron, como todos, sin su permiso. Ahora su shunko, le dicen, ha caído en las drogas y duerme en la calle. Doña Adela, me contaba, no podía dormir de preocupación. Su shunko quiere regresar a casa, pero no le dejan, porque cada vez que te agarra la policía sin papeles te ponen una multa de miles de dólares, y hasta que no la acabes de pagar no te dejan volver. Doña Adela quiere ir a buscar a su shunko, aunque tenga que ir a pie a California, pero ¿saben qué? Los mexicanos no pueden entrar en EEUU, tampoco las madres que quieren ir a rescatar a sus hijos, no hay visado para pobres. Me dice Doña Adela que va a ir al DF, ni que tenga que ir andando o empeñar su casa, a hablar con alguna ong, o, ni que sea, a rogar a los pies al presidente para que le devuelva a su hijo. Yo la creo: no es una mujer que se quede de brazos cruzados. Ya fue una vez a hablar con un presidente, no le da miedo nadie. Pero ¿qué puede hacer ahora? Imaginen eso. ¿Por qué no puede ir una madre mexicana a buscar a su hijo? ¿Por qué una madre estadounidense si puede ir a buscar a su hijo a mexico? Nos fuimos medio llorando. Gente tan buena, que no tiene nada, que lo da todo, y un empresario diría (dice): no se fíe, es que algo querrán.

En el curvoso camino, carreteras inacabables, pobres, muchos pobres. Llegamos al oasis de Mazunte, playa hippy invadida por europeos pero (aún) hermosamente conservada. Por el camino, iguanas, culebras, pájaros de todos los colores, y siempre un penetrante olor como de hierbabuena que entra por las ventanillas del coche, dice Marcos, ¡cuál hierbabuena! Eso es marihuana fresca. Marihuana en todo México, invisible, escondida en las inaccesibles e interminables sierras que cruzan el país y tanto dificultan el transporte. Toneladas y toneladas de droga con destino a EEUU, el mayor consumidor de droga del mundo. Un campesino gana 2000 pesos por tonelada de sorgo cultivada, 7000 pesos por tonelada de ajonjolí. ¿Cuánto ganará por tonelada de marihuana? Seguramente más, mucho más. En El Porvenir, el pueblo del lado de la sierra, a 15 minutos de la Venta, nos dicen, cultivan marihuana. Nos ofrecen ir a ver los campos, si queremos (declinamos, ya tenemos bastantes ocupaciones para ponernos a investigar el cultivo de drogas). Tal vez otro año. Mexico, dominado por el narcotráfico, ¡el narcotráfico, cuidado, que viene el narcotráfico! Innumerables retenes del ejército revisan coches en las carreteras. A veces nos paran, la mayoría de las veces no. Una vez nos hicieron bajarnos a todos del coche (con padres de Marcos incluídos) en busca de armas. Otra vez intentaron revisar el maletero en busca de drogas…pero al ver el desmadre de maletas que traíamos lo dejaron correr. La mayor exportación de México es el petróleo. La mayor exportación de Holanda son las drogas de diseño. ¿Pero osaría alguien sugerir siquiera que Holanda es un país controlado por el narcotráfico? Tras pasar un retén militar, vemos lo que nos parece una bolsa rellena de polvo blanco en mitad de la carretera. ¿Será, no será, un paquete de cocaína lanzado apresuradamente antes de llegar al retén? Qué paranoia en este país donde la democracia es solo un disfraz televisivo y el narco una mera excusa para acojonar a la gente.

Nos vamos de Mazunte. Allí he visto una puesta de sol sobre el mar y una ballena, o lo que parecía el lomo de una ballena, al fondo de la bahía. No me quiero ir de Mazunte. Hasta he agarrado algo de color y he perdido algo de mi legendaria palidez. Llegamos a Acapulco: es una ciudad horrible, exactamente como me la imaginaba. En el fondo me recuerda mucho a Barcelona: un gran complejo turístico atrapado entre el mar y la montaña. Si entrecierras los ojos y omites el obvio verdor tropical de las palmeras, casi te da la impresión de que estás entrando a Barcelona por el 22@. Casi. Con el mar del mismo lado. Un túnel atraviesa la montaña de Acapulco para evitarle al turista la visión del los suburbios de la montaña. Es el primer túnel que he visto en México, pero no el último. En la super autopista que une Acapulco con el DF, tengo ocasión de ver varios más. La autopista es gigantesca, una pista de rally que permite acelerar al máximo sin ningún problema. Hay varios puentes colgantes para salvar las montañas. Paramos en Cuernavaca a tomarnos un licuado y de vuelta al estrés del distrito federal. Marcos está neura: aún se tiene que renovar el pasaporte y el trámite se ha complicado. Yo estoy mustia. Más me hubiera valido quedarme en el Istmo y ayudarles a montar una estación de televisión local, en vez de volver a un lugar donde tendré que arrastrarme de rodillas para conseguir un trabajo de mierda. Amén y hasta pronto.

p.d. pero a pesar de toda la desilusion que me provoca siquiera rozar el negro tema economico, laboral, viviendistíco, artistico, etc, etc, etc, estoy contenta de volver, también. Es mi casa! ( i com a casa, enlloc?)

miércoles, 30 de enero de 2008

Dos noticias

Dos noticias, una buena y una mala. La buena es que revisando material nos parece que vamos muy bien. La mala es que mi ordenadorcito (o sea, el de Nieves) murió por causas desconocidas esta noche pasada. Fue una muerte pacifica, no sufrió nada. Si no fuese porque con el se fue mi tratamiento de guion, no tendría de que estar triste. Noooooooo, mi guion! Mi bebe! (típico). Desvanecido en el espacio de los bits que pasan a mejor vida. ¿A dónde va la información cuando el bit muere? ¿A dónde va la música cuando deja de sonar?
En el fondo creo que fue un castigo divino. Justo esa noche me había quejado, como vengo haciendo estos dias, de que el guion era malísimo, que para que lo escribia, que si tal que si pascual, en fin, las tristes y obligatorias autoflagelaciones de una dizque-artista. Dios, mas presente en estas tierras que en otras, si no por fe al menos por numero de iglesias, sin duda debió oírme. Tambien me oyo Marcos, que me acuso de mala madre. Porque si el guion es mi bebe, como puedo atreverme a rechazarlo, a decir que no es bueno para nada, que mejor lo aborto, lo tiro, le niego la existencia? Como siempre pensé que tenia razón, que yo no podía no tener fe en mi guion, porque eso era cruel, porque si yo no creo en el, quien lo haria? Pero para cuando encendí el ordenador para rectificar ya era demasiado tarde: había muerto.
Entre la espada y la pared, mientras decide si trata de revivir a un muerto (¿herejia?) o deja morir una idea querida, la niña zapoteca sostiene el cadáver entre sus manos. Era un guion perverso, si. Con el tiempo, ajeno a mi voluntad, el feto se había ido convirtiendo en una monstruosa parodia del Vertigo de Hitchcock, a mi que nunca me apasiono Hitchcock, ironias de la vida. Lo que había empezado como un divertido juego de azar se transformaba en una espantosa visión de la vida de la que tal vez ni siquiera quería ser autora. ¿O si? El derecho moral de tus obras escritas es inalienable. Asi aprendi en clase de derecho. Alli confluían una visión retorcida de la ciudad, una muerta suplantada, un viaje desquiciante rumbo al desastre, el trafico fatal, personajes fantasma, la muerte siempre rondando, una protagonista enfermiza. Pero era mi bebe, feo, cabron, siniestro, perverso, mi bebe, tal vez solo a mis ojos, deslumbrantemente bello. Ahora mi bebe esta muerto, su alma desaparecida del mundo físico en todo excepto en mi memoria que aun recuerda. Todos los trazos de su carita borrados de repente, pero tal vez pueda recomponerlo, traerlo de nuevo a la vida, insuflarle un alma a frankenstein, ¿Qué podría mas adecuado para un guion que habla de la suplantación de una muerta que traerlo de vuelta del reino de hades? Y como aprendió Orfeo, hacerlo sin mirar atrás, porque cuando escribes nunca debes mirar atrás, a riesgo de que te atrapen tus propios fantasmas, que son muchos, y van siempre a la zaga.
Pajas mentales. Marcos le pidió a sus padres que me trajeran su antigua compu, para que pueda ponerme de vuelta al trabajo, si es que aun estoy a tiempo y me quedan fuerzas para recomponer tamaña tontería. Mientras tanto, avisad a Nieves de que su ordenador murió, que fue una muerte natural y que le daremos digna sepultura. Hablando de pajas mentales, ha llegado a nuestras manos la tesis de licenciatura del subcomandante Marcos, no este Marcos, sino el otro, el que anda con pasamontañas dando ruedas de prensa. Alejo nos la dejo y le vamos a hacer fotocopias porque ¡hay que leerla!. Es una tesis en filosofía, con faltas de ortografía inluidas, porque se ve que en eso se licencio el chaval, y precisamente habla de la necesidad de dejar de hacerse pajas mentales y hacer algo útil de la filosofía. Muy congruente, ¿no?. Pero lo mejor de todo es como esta escrita. La verdad es que me toca un poco las narices porque a veces leo trozos y me parece que la he escrito yo, no tanto por el tema sino por la manera de escribir, y me digo, mierda, ya se me adelantaron otra vez. Si es que naci demasiado tarde, cuando ya estaba todo hecho. Una frase que me gusto decía asi:
“¿Pero quien no ve el chavo del ocho? El que este libre de culpa, que tire el primer gansito de marinela”
Que quiere decir, en cultura mexicana, y traducido al español, algo asi como: “¿Pero quien no ve Aquí Hay Tomate? El que este libre de culpa, que tire el primer bollicao”.
Bueno, ya me la leere mientras llega la compu y os cuento mas sobre ella. No se si ya hable de esto, es posible que si, de cómo durante mucho tiempo sentí que ya estaba todo hecho en el mundo. ¡Siempre quise participar en algo que cambiase el mundo! Pero ya se habían hecho todos los cambios y parecía que habíamos alcanzado el orden perfecto, el equilibrio final en el que el bienestar alcanzaría a todos (“el estado del bienestar”), el mundo feliz, resumiendo. Ya no había mas revoluciones por las que luchar, no porque no hubiese motivos, sino tal vez porque los futuros revolucionarios eran puestos frente al televisor –arma de destrucción masiva de cerebros- desde que nacian. ¿Y que podía hacer yo? Nada. Pero aquí he aprendido que el estado del bienestar es una mentira monstruosa, y que eso no es una opinión, es una afirmación, el que opine lo contrario es que su cuenta bancaria le ciega la vista, y lo mejor, o lo peor, del caso, es que desde aquí, desde este cuadradito del tablero de ajedrez, se siente el aire del cambio. Marcos y yo mirábamos y mirábamos, escuchábamos y escuchábamos, y solo podíamos llegar a la misma conclusión cada uno desde su lado: wey, se nos viene la revolución encima. No es algo fácilmente explicable ni justificable, mas que decir que es como cuando estaba en Huatulco y vi llegar una ola gigante (no era gigante, pero si bastante grande) y no pude hacer mas que verla venir y pensar “¡ay, que me rompe encima!” y agarrar aire, y el revolcón que me pego la condenada todavía lo siento. En este lugar, tal vez centro del mundo como insisten los aztecas, o tal vez simplemente por estar tan cerca de los Estados Unidos, se ve venir una ola a cámara lenta, una ola grandiosa que se va agrandando y desde aquí se siente un AY! Que nos rompe a todos encima. Asi lo siento yo al menos. Y no es que vaya a pasar mañana, ni el mes que viene. Pero ahí esta la ola, avanzando millas, acelerándose. Y a mi me da el vértigo de aguantar la respiración, el vértigo de mirar un molino de viento. Un año, dos años, tal vez cuatro años. Despues ¿Quién sabe que ocurrirá?
Y nos preguntamos si queremos estar presentes, es mas, tal vez, ser parte de esto, o si preferimos verlo desde la tele, comodamente sentados y comiendo gansitos marinela (ver párrafo anterior). Mientras tanto, el gobierno usurpador se prepara para dar su golpe de gracia: después de haber permitido la entrada en vigor del tratado de libre comercio, provocando la ira y la ruina de miles y miles campesinos del norte de mexico, que mañana se reunirán (después de días de viaje en tractor) para colapsar en protesta la capital del país (si conectais la tele, igual sale), ahora el gobierno saca su mejor idea: ¡reforma energética! El plan de reforma energética! Desde aquí Marcos lee el periódico, mira sus apuntes y se echa a temblar. ¿Reforma energética? De la nada sale un nuevo plan que cuadra a la perfeccion con mis paranoicas teorías de la conspiración. Me explico. No es que crea en las teorías de la conspiración, no en el sentido de que me imagine que haya alguien allí riendo malévolamente y controlándolo todo. Simplemente creo que las teorías de la conspiración explican la situación en el mundo bastante mejor que cualquier otra teoría. Es como los atomos. No importa que existan. Solo que expliquen por que el agua se vuelve liquida al pasar de los cero grados. Mexico es mi atomo, violentamente vapuleado por los intereses del mundo. Trabajamos con la energía, analizamos que factores influyen, quien hace que, que es importante. Se supone que eso lo hace Marcos, pero cuando se cansa de pensar me pone a pensar a mi en su lugar, asi que me incluyo en el paquete. De repente, la energía se vuelve el actor principal de la política del país. Cuanta prisa hay por privatizarla! ¡Cuanta prisa por aprobar la ley! Dice Calderon que no quieren privatizar nada…simplemente dejar entrar el capital extranjero. (Ese hombre nos toma a todos por imbéciles). Desde aquí nuestro laboratorio a pequeña escala de repente adquiere proporciones gigantes: lo que discutimos esta en la agenda política. Los molinos de viento son solo la punta del iceberg, pero igual sirven de modelo, porque al final, todo se reduce a una proposición muy simple, que es mia, y es la siguiente:
-es un plan maestro. Teoricamente, es casi perfecto. Si no fuese por la gente! Es la gente que estorba.
Y por eso hacer lo que hacemos se vuelve importante. Mas y mas, lo que vamos recogiendo, lo que vamos encontrando, es imperativo, debe llegar a casa, debe llegar a ser. De repente me pongo paranoica de tener esas cintas con nosotros. No porque crea que nos las van a robar, no, sino porque me parece que van valiendo mas y mas, ni que sea como documento histórico. Que hay que cuidarlas. Por error se nos borro una el otro dia. No fue una de las mas importantes (aunque por un momento creimos que si) pero nos puso nerviosos igual. No podíamos permitir que se nos borrasen esas cintas! Habia que llevar mas cuidado! Habia que revisar dos, tres veces, antes de filmar! El proyecto adquiere fuerza y ya me voy sintiendo menos perdida. Ahora se cual es mi misión en España: montar las piezas de lo que hemos recogido aquí. Buscar ayuda, gente que quiera ayudarnos en esta tarea que, nos decimos, tiene que ser independiente al dinero. Porque es un material de resistencia.
Todavia no sabíamos que formato iba a tener el documental. Ni que iba a contar. De repente Marcos se puso a decir que tenia que ser como un guion. Ya veis, no soy yo la única influenciada. Al final llegamos a la idea de que podrían ser capítulos de diversas cosas, de los actores que influyen en este proyecto. No sabemos aun muy bien cuales, pero nos parece buena idea que la dificultad mayor del proyecto (la gran fragmentación de actores que influyen en esto, todas las direcciones por las que se puede seguir) se vuelva una facilidad. O sea, volver fácil lo difícil. Suena ideal, ¿no? Asi, por ejemplo, algunos de los factores son: empresas, historias de vida personal, movilidad (carreteras), desechos (basura), lucha social. Me explico.
La teoría actor red propone que todo lo social deriva de lo material, e inversamente. Suena a una tontería, pero se ve que a los psicólogos les sirve de algo. El otro dia lo vi claro. Fuimos a San Vicente, que es un pueblecito de pescadores. Esta a unos 15 minutos en carretera de Juchitan. Alli nos contaron que antes no había carretera, a los pescadores les llevaba dos horas llegar a Juchitan a vender su pescado. Por eso, les ponía de mal humor pescar de mas, porque habían de ir a venderlo de madrugada cargándolo a la espalda, y si era estación de lluvias, imaginad. Un dia, hace 6 años, y después de muchos años que el pueblo hubiese estado pidiendo una carretera asfaltada, llegaron unos obreros con maquinas para hacer la carretera. A la gente del pueblo, que para entonces era un lugar miserable al que nadie iba y donde solo quedaban 7 familias (las demás habían emigrado), les extraño mucho, porque nadie les había avisado. Les dijeron que su proyecto había sido escogido entre miles de propuestas y que allí estaban para hacer la carretera. Algunos no quisieron pero al final aceptaron. La carretera se hizo, y muy bien hecha por cierto, y al cabo de un tiempo a los pescadores les estaba yendo viento en popa. Ahora podían vender su pescado fácilmente, y además todo Juchitan en masa venia a comer a la orilla del mar, asi que proliferaron decenas de restaurantitos (el pescado que sirven, por cierto, es la cosa mas deliciosa del mundo). El pueblo mejoro mucho económicamente. Los niños también podían ir a la escuela de Juchitan sin problemas.
Del mar de San Vicente, sin embargo, que es una “laguna” (en realidad, la segunda laguna, que se comunica con la primera, que a su vez se comunica con la segunda, que da al mar por un estrecho paso), empezaron a desaparecer los peces y los camarones. La intensa actividad pesquera, tanto en la laguna inferior como en la superior, que derivaba en parte de la facilidad que existía ahora para colocar el pescado en el mercado, estaba agotando la pesca. Por otra parte, la intensa actividad de la laguna mas cercana al mar hace que la “barra” (las dunas de arena que se generan al pescar camarones cerca de la bocana por efecto del arrastre de la arena) se cierre durante años seguidos. Cuando la barra esta cerrada, la pesca disminuye casi a cero. ¿Y cuando se abre? Cuando el de arriba lo quiere, nos dijo un pescador.
Aquí hay un claro ejemplo de la teoría actor red. La materialidad influyo en lo social, en forma de carretera, que permitió mejorar la vida, pero luego genero un gran problema de recursos. Sin la carretera, esa socialidad no hubiese cambiado, para bien o para mal. Por cierto que me parece muy sospechoso que de la nada el gobierno decidiese poner una carretera y no me cabe la menor duda que forma parte de la apertura de vías de transporte que se realizo en esta zona para abrirla al mercado de inversores (los de Endesa no van a ir andando a los pueblos para convencerlos de que les renten sus terrenos, ¿no?).
En fin, ya os rallo con mis tonterías. Solo añadir que el otro dia fuimos al campo a ver como ordeñaban las vacas y me ofrecieron un delicioso vaso de leche recién ordeñada (“leche bronca”) sacado del mismo cubo a donde va a parar la leche ordeñada. Aun estaba tibiecita, y riquísima. A veces tengo la impresión que la gente de aquí me “pone pruebas” (Marcos dice que no es cierto, pero si no como se explica que me ofreciesen la leche solo a mi?) para ver que hago, como reacciono, si soy de fiar, si no soy una europea tiquismiquis. Sea que me pongan pruebas o no, me pongan lo que me pongan delante me lo como o me lo bebo (excepto la vez que me ofrecieron chapulines, pero eso fue en casa de Marcos, los chapulines son pequeños saltamontes tostaditos). Y yo creo que funciona, porque ya enseguida se ponen a hablar, como si ya hubiese pasado el test. Es que me veo muy extranjera, ¿sabeis? Asi que me bebi la leche y pensé, si me da diarrea, bienvenida sea a cambio de una entrevista con este buen hombre que tan solo esta siendo amable conmigo. Pero no me dio, asi que creo que mi estomago ya esta a prueba de lo que sea. Y nos conto muchas cosas el señor en cuestión. Y la verdad es que quizá simplemente estén siendo amables conmigo, ofreciéndome lo que tienen para que lo pruebe. Doña Cecilia, la señora del “restaurante” donde comemos, ya me ha medio adoptado y siempre se preocupa de ponerme cosas que me gusten y si no me acabo lo que hay en el plato yo creo que se va medio enfurruñada, pero si me lo acabo se queda toda contenta. Doña Adela nos hizo caldo de pato de uno de sus patitos y estaba buenísimo. (Pero me sentía un poco mal cuando sus patitos me pasaban entre los pies, sabiendo que me había comido uno de sus hermanitos).
Doña Adela nos conto, entre muchas otras cosas interesantes, de cómo durante una época habia tenido un matadero de pollos pero tuvo que dejarlo porque un dia tuvo un sueño en que todos los pollos que había matado le lloraban. Es una señora brava y luchona, y muy sabia. Tambien nos dijo que en una ocasión había ido como la única mujer entre un grupo de campesinos a pedirle un bordo para el rio que se desbordaba en la Venta al presidente de la república, pero que cuando por fin les dieron audiencia ninguno se atrevía a hablarle y tuvo que hacerlo ella. Y les puso el bordo y ella le mando una postal para agradecérselo. O de cuando adopto a un perro pelon que se había quedado sin un solo pelo a causa de la sarna y para que le volviera a crecer el pelo le atizo al perro mientras dormía con un machete candente (y se escondió el machete a la espalda para que el perro no viese que había sido ella y dejase de quererla), y asi le volvió a salir el pelo. Es como entrar en una novela de Garcia Marquez. Pero ya lo sabeis. Si alguien tiene un perro pelon, que le atice con un machete candente.
Aquí la gente va con machetes, para desbrozar la maleza. Los machetes son como espadas cortas, de largo como un brazo, de hoja plana. Cuando los mexicanos se revolucionen otra vez, lo que yo calculo que va a ser en el año 2012, porque a)según el calendario azteca, algo tremendo ocurrirá en el 2012, algo que tal vez haga que el mundo se acabe b)mexico se independizo en el 1812, se revoluciono en el 1912, y ya le toca otra vez en el 2012 y c)creo que tienen elecciones otra vez en el 2012 (son cada 6 años) y no van a permitir otro fraude, y d) se calcula que para entonces se acabara el petróleo mexicano, cuando se revolucionen, digo, lo harán como siempre machete en mano, asi como los catalanes dan golpes de hoz.
Asi que…buen golpe de hoz!
Abrazos!
(“no disparamos balas, disparamos palabras” – le traigo premio a quien me diga quien lo dijo)

jueves, 24 de enero de 2008

Libre comercio y otros desastres del mundo mundial

Niños del barrio de la Séptima Sección (el Haarlem de Juchitán) observando fascinados cómo el coche de Marcos se cierra solo. Por cierto, aprovecho para presentar el famoso coche que nos hace pasar por policía federal. (Cada día menos, a medida que va acumulando mugre)
Una servidora peleando duro con los complejos mecanismos de registro de imágenes, en radio Totopo, Séptima Sección, Juchitán de Zaragoza
La Reina de la vela del Cristo negrito (no me acuerdo del nombre oficial). De nombre Karen, lleva un super huipil de gala que cuesta un riñón. Lo que lleva en la cabeza es el halo (solo lo llevan las reinas).
Para uno que yo me se que le gustan los arbolitos, este tremendo ejemplar está en el medio del patio en donde vivimos. Las ramas llegan a todas las casas que lo rodean, yo calculo que es prehispánico.
Una foto sacada de internet donde se ven los trajes de fiesta juchitecos. Los que se ven en la foto son todos de gala completa extepto el de la señora de la esquina derecha, que si os fijáis lleva la falda de otro tipo de tejido (media gala).
¡Impacientes! Es que el otro día no me dió tiempo de colgar fotos adecuadamente ilustrativas. Ayer entró un gato en la casa. Estoy aprendiendo a columpiarme en hamacas (hay una en el piso de arriba). Nos hemos hecho amigos de una lagartija que se ha instalado en la lámpara, desde donde se atraca de mosquitos. Escuchaba esta canción mientras escribo
What I thought it was it isn't now...
What I thought it was it isn't now...
There's a pattern in the system
There's a bullet in the gun
That's why I try to save you
But it can't be done
Y no se por que me pareció que tenía que ver. Ahora por fin he convencido a Marcos de que me deje conducir un poquito la nave por dentro del pueblo y ya hasta se dar media vuelta. La verdad es que conducir no se me da muy bien pero se me ocurre que nunca se sabe, quizá un dia necesite encender yo el auto o conducirlo por algun motivo? El viento ya remitió, con lo cual están de vuelta los mosquitos. Y últimamente no tengo muchas ganas de escribir, será porque siempre me colapso cuando hay algo importante que escribir. O porque me deprimo pensando en qué será de mi vida cuando vuelva a barcelona, encontrar trabajo, cada día tengo menos ganas de trabajar de algo que no me guste pero no hay de otra, somos demasiados licenciaduchos en españa, encontrar piso, imposible, es ridículo pensar que estamos ahorrando dinero aquí pese al despilfarro que supone la gasolina y comer fuera cada día, etc y que sin embargo sabemos que en españa no vamos a alcanzar ni para rentar una caseta de perro. Frustración en avanzadilla, preparandome para el duro golpe que va a suponer, pese a todas las ganas que tengo de volver, volver a los refrescos enlatados y al prohibitivo libre comercio, a las falsas frutas tropicales y sobre todo a una vida sin expectativas de mejora...mejor nos vamos a Cuba? Acabé de leerme el libro "Las venas abiertas de America Latina", que es de Eduardo Galeano, y que me tardé como 8 meses en leermelo porque cada vez que me leía una página entraba en depresión profunda, así que me fui dosificando la tristeza y al final me acabé la historia de como los europeos, en tácito acuerdo con los estadounidenses, condenaron y han seguido condenando a la humillación, la miseria, el despojo institucionalizado, los genocidios, etc, etc, etc a este bello continente que nos sirve de despensa. America es hermosa, quizá porque con tanta sangre crecen mejor los arbolitos. Por eso me pone triste leer esas cosas porque casi casi preferiría seguir creyendo que no hay mala intención y que en realidad tenemos poco o nada que ver con todo este follón. El otro día un niñito de pocos meses me vió y entró en un profundo ataque de pánico. Más bien: me miró a los ojos y empezó a aullar de pavor. Supongo que la explicación lógica es que todavía no había visto a nadie con los ojos claros. Pero aún así, tengo que reconocer que me hizo sentir mal. Como si la inocencia del niño hubiese detectado en mi a un enemigo ancestral: ¡al invasor! La madre se lo tuvo que llevar del otro lado de la plaza en donde no me viese porque estaba fascinado de terror conmigo y no podía dejar ni de mirarme ni de llorar. Aun así se seguían oyendo los aullidos en la distancia.
En una paradita de discos que como luego supimos era la disquera de los grupos autóctonos de Juchitán nos regalaron dos discos cuando le dijimos al señor que buscabamos musica de la region para un documental. ¿Quien regala cosas hoy en dia, solo con la improbable esperanza de que se le de crédito más tarde si se usa su música? Cosas así te hacen recuperar la esperanza de que no todo está hecho mierda en el mundo; todavía hay gente que cree en la solidaridad en vez de en el dinero contante y sonante, trinca-trinca. A nuestras manos han llegado ya contratos hechos por Unión Fenosa, por la CFE, por Preneal, con términos a cual más insultante, con firmas falsas, o peor, con firmas que son apenas las trabajosas iniciales del firmante, de lo cual se deduce, obviamente, que no sabe leer, así que ¿cómo es posible que un contrato así sea válido cuando lo firman practicamente con una cruz?
En el cruce de caminos, sin saber pa'donde tirar, sabiendo que nos faltan miles de días para poder acabar esto pero sin tenerlos, gritando preguntas contra muros que no responden, aqui estamos, tal vez perdiendo el tiempo, tal vez no, algún día se verá.
Os quiere vuestra
niña analfabeta
...agm...
p.s. mañana nos vamos a un foro que hay en, este, como se dice, tehuantepec, sobre el libre comercio, el plan puebla panamá, y otros desastres del mundio mundial.

martes, 22 de enero de 2008

La llorona

Hay días buenos, y días malos. En los días malos no ocurre nada y damos vueltas en vano buscando a alguien, algo, sin nunca encontrarlo. En los días malos quisieras quedarte tirado en la cama (perdón, en el catre) y observar las viejas telarañas porque total, qué mas da. En los días buenos alguien te ayuda, te da pistas, alguien es generoso contigo, te permite vislumbrar más allá o incluso te dejan filmar. Hoy ha sido un día bueno. Don Pedro nos llevó a pasear por Juchitán y nos abrió su casa para cuando queramos ir. No he llegado a entender muy bien de qué trabaja Pedro, pero sabemos que es locutor en radio Totopo y especialista en zapoteco. Le interesa mucho lo que le contamos sobre el catalán y otras lenguas “amenazadas” (ahora o en algún momento anterior) porque tiene mucho miedo de que se pierda el didjiza (el idioma de las nubes). Es un señor que sabe muchísimas cosas y conoce a muchísima gente. En su casa no había camas. Solo dos catres plegados, una mesa llena de libros, y dos hamacas, una dentro de la casa y otra en el jardín. Su mamá nos recibió, con el traje regional que tanto orgullo proporciona a la región.

El traje regional consiste en un huipil (si os suena la letra de “la Llorona”: hermoso huipil llevabas, Llorona…) usualmente negro, bordado de exóticas flores de colores o diseños de líneas. El traje de a diario suele ser más simple (falda normal y un huipil de tela), aunque las señoras igualmente se hacen dos trenzas larguísimas con una tira de color en cada una a conjunto con el traje. A veces se recogen las trenzas y les queda como un halo alrededor de la cabeza. En realidad no se si estoy diciendo bien los nombres del traje, pero os lo cuento como me suena. El traje de vestir puede ser de gala, o de media gala. El de media gala consiste en el huipil de terciopelo bordado que es como una camisetita sin mangas de terciopelo con flores o otras cosas como pájaros, plantas, cenefas, etc, bordadas a mano o a maquina, y en una falda de tejido tipo carnaval, así brillantito, no recuerdo como se llama el tipo de tela pero es muy vistoso y siempre va a juego con los colores del huipil. Además las señoras se ponen flores en el pelo y toda una serie de joyas tradicionales al cuello, de pendientes y pulseras. Alguien dijo que si se ponían las flores a la izquierda, es que eran doncellas, y si a la derecha, casadas. El traje de gala es el huipil completo, o sea, todo el traje de terciopelo bordado, desde arriba hasta abajo, camisetita y falda. Los trajes en cuestión son carísimos porque requieren meses de trabajo para ser hecho y dicen que las chicas ahorran para comprarse uno nuevo (o se lo hacen) para las velas de mayo, que son las fiestas principales de la ciudad. Cuando digo carísimos quiero decir a partir de 300 euros los más sencillos y tira pa arriba, hasta 2000 euros un huipil completo. Ahí se ve el estatus de las juchitecas, también, en cuantos trajes tienen.

En cuanto a “La Llorona”, esa preciosa canción que en casa tenemos cantada por chavela vargas, es de origen zapoteco y de hecho la letra original es en didjiza. Hay muchas variantes de la letra y la de chavela vargas no es la que me haya gustado más hasta el momento.
Si porque te quieroquieres lloronaque yo, la muerte recibaque se haga tu voluntadAy llorona,por suerte de Dios no vivaAy de mi, llorona,llorona, de ayer y hoyayer maravilla fui, lloronay ahora ni sombra soy. Salías del templo,un día, lloronacuando al pasar yo te vihermoso huipilllevabas, lloronaque la virgen te creíAy de mi, lloronallorona de azul celestey aunque la vida me cueste,llorona no dejaré de quererte


Y hay unos versos más que me gustan especialmente y dicen “porque cuando suena el viento/ parece que están llorando…” Estoy pensando en incluirlo en el docu.

Pero nos cierran el cyber y me he de ir. Miles de abrazos!

jueves, 17 de enero de 2008

el mundo contra mexico

Dias y semanas han pasado que han estragado el calendario como meses. Los ordenadores han ido quedando atrás; al abrir el portátil de Marcos ya no capta nunca señales de internet inalámbrico. Acompañados por nuestra fiel montura (el chevy) y la bicha-canon (la cámara), nos estábamos acercando al fin del mundo. Y tal como lo describia el en su trabajo, es en el fin del mundo en donde esta el meollo. Aquí esta la diversión, por decirlo asi, con tonillo malévolo.
Por el camino surcamos las infinitas carreteras de un fragmento de mexico que en los mapas aparece como diminuto e insignificante pero que en la vida real son toneladas de quilómetros. A medida que nos adentrábamos en la periferia, el cielo se abria, las aguas de sabores cambiaban a otros sabores aun mas extraños, había cocos, había palmeras –dicen que aquí hay iguanas, pero todavía no he visto ninguna…quizá porque no es temporada-.( Tambien dicen que los tacos de iguana son una delicia, ya me relamo, lastima que sea una especie protegida, lo cual, obviamente, no habría de ser ningún impedimento para comerse una).
En Salina Cruz los vientos azotaban la tierra como caballos salvajes. De Salina Cruz nos escapamos a las bahías de Huatulco, huyendo del viento que nos impedía entrar en tierras juchitecas. Las bahías de Huatulco: cientos de quilómetros dedicados a los resorts turísticos mas exclusivos de Mexico, a orillas de un Pacifico que para nada es pacifico, en el torrido verano del trópico inacabable. Aguas de coco. Manglares. Hamacas. Coctel de Camarones. Sin dinero para pagar los increíbles precios europeos de los centelleantes hoteles encallados en las costas, nos fuimos a una pension cercana, en el centro del pueblo. Oh, si, en Mexico hay dinero. Imaginad quilómetros y quilómetros de playas vírgenes en donde las junglosas palmeras llegan hasta la orilla. Imaginad el gigantesco océano contra la arena blanca. ¿El Caribe? No: del otro lado, aun mas exclusivo porque menos gente lo conoce. Ahora imaginad como se relamen los hoteles que se apropian de bahías enteras, porque hay espacio, hay muchísimo espacio. Decidle hola al hotel barcelo (el baño de los cuales use gracias al privilegio que me confiere ser blanquita y parecer gringa). Mexico es todo playa, de los dos lados. El futuro de Mexico: ser la Marbella del mundo entero. Hacedme caso, compraros ahora que aun podeis una hectárea a orillas del mar y construid allí vuestra choza. Las olas me revolcaron y me arrastraron por la playa. Aprendi que el mediterraneo era apenas un bebe en nada comparable al Gran Pacifico. Nos fuimos de Huatulco, ese bellísimo y retorcido espejismo con su propio aeropuerto. Puedes llegar directo al hotel y no ver ni un solo pobre. Huatulco, hermosisimas bahías protegidas por el ejercito para impedir la entrada de los miserables que llaman o llamaran a sus puertas.
El ejercito. Aquí que estamos ya en plena zona de disputa, zona de tira-y-afloja, aquí están los amigos de los niños, vigilándonos, cuidándonos de nosotros mismos. Retenes de carretera. A veces mas de tres retenes en menos de un trayecto. Es delito no parar en un reten, y ese delito se castiga tirando a matar. No hay problema: llevamos coche de ricos y placa del distrito federal. Seguimos avanzando. Llegamos a Juchitan. Seguimos avanzando. Llegamos a La Venta, inicio del corredor de viento del Istmo. Aquí los vientos se desatan furiosos hasta alcanzar los 200 kilometros por hora. Aquí los vientos son tan fuertes que a veces las aves no vuelan, sino que son arrastradas y van con la cola por delante. Aquí viven y se reproducen los aerogeneradores, un ejercito blanco ondeando al aire, avanzadilla de 200 ejemplares que es solo el aviso de la que se nos viene encima. Aquí esta Mexico, sufrido, dividido, abusado, robado, gimiente, quejoso, alzándose y cayendo como las olas del mar. A apenas 3 horas de Chiapas, el estado de Oaxaca es uno de los mas pobres y tradicionalmente, también de los mas revoltosos. La gente es ignorante, pero también honesta. Mientras escribo, algún pueblo cercano debe estar tomando el palacio municipal en protesta por algo, o tal vez hayan bloqueado la carretera de este o del otro lado. En el centro del huracán, y en aparente perfecta calma, esta la Venta, donde vivimos (entre alacranes, sapos y cucarachas). La Venta no se alza (para que, si ya los robaron y los despojaron). La Venta no se une. La Venta se queja, pero no hace nada. La amiga Iberdrola chupa aire de La Venta y sus expertos hacen cálculos para ver cuanto van a ganar cuando instalen todos sus generadores. Oh, es triste.
Y a veces nos paramos y no entendemos, no entendemos que ocurre. Porque la información se distorsiona, ayudada seguro por el calor y por las mentiras. Quien es quien, como lo hacen? Y las palabras se pierden, inútiles, en boca de los que gritan que ya basta, que les devuelvan el Istmo, que se larguen los extranjeros. Nada significa nada. El neoliberalismo se come a mexico y mexico, rendido, vendido por su gobierno de vergüenza, le entrega todo al monstruo para saciarle la sed, pero siempre tiene mas sed, siempre quiere mas, quiere todo y no descansara hasta haberlo digerido por completo y escupir sus huesecitos sobre la arena de alguna playa vacia.
Nosotros somos culpables. Nosotros europeos, vergüenza sobre nosotros, expoliadores del mundo.
Los radicales izquierdistas, los terroristas, los zapatistas, los de la appo, los revoltosos, los lideres campesinos, los estudiantes agitadores, los universitarios, los comunistas, los comuneros, los revolucionarios, los proteccionistas, los anarquistas, los zapotecos, los ejidatarios, los grupos solidarios, las radios comunitarias: ninguno de ellos puede hacer nada.
O si?

(se aceptan propuestas)

sábado, 29 de diciembre de 2007

cuentos


una servidora y los camellos, dedicados muy especialmente a mi progenitora.

La colonia doctores y sus misteriosos zapatos colgantes. Pienso darle el mismo fin a mis bambas cuando se acaben de romper.

la virgencita al más puro estilo guía turística, pero la foto y la estatua son reales

Una de las iglesias de Tepoztlan, donde vimos las posadas
Alineación al centro
clasificación de los intentos de los amigos de M. por liar un cigarro con nuestro archifamoso tabaco de liar (causa sensación)


Siempre supe que quería escribir. O más bien: siempre supe que lo único que sabía hacer era escribir. Halagadora noción, aterrorizadora noción, cuando te das cuenta de que no serás feliz sino haciendo lo que más te hace sufrir, y que tendrás que pintar todos los trapos sucios en la hoja en blanco, tus trapos sucios, los de los demás, los del mundo. Y la de vueltas que he tenido que dar para llegar al punto de partida, el punto de partida que es volverse a atrever a escribir así, sin más, sin miedo a la vergüenza, sin miedo al dolor, sin miedo a fallar. Tantos años para decir, bueno, borrón y cuenta nueva, ahora empiezo de nuevo, sin saber nada, dispuesta a equivocarme mil veces más. No creo que aquí, en México, nadie espere que escriba. Más bien me parece que aquí se espera de una mujer que sea una buena ama de casa. Y aunque nadie te lo diga directamente, aunque de esos temas no se hable en ningún lado, se nota. O quizá solo echo de menos que los que me rodean se lean lo que escribo. Marcos no es así. Pero Marcos es la oveja negra de la familia, está bien claro. Sobre todo ahora que está aquí su hermana y se nota como les tratan diferente. A él siempre le caen las broncas –a mi no, que soy invitada-, sobre todo de su madre, de su padre menos porque al final una siempre tiene la impresión que en el fondo su padre está bien contento de la vida que lleva su hijo. Si, no se puede decir que la vida que llevemos sea de manual, no porque no nos portemos bien, que si lo hacemos, pero es que no nos gusta ir de shopping, no queremos un trabajo respetable, ni comprarnos una casa a plazos, ni sabemos dónde estaremos en tres meses, o en un año, viviendo dónde, trabajando dónde, haciendo qué. A mi me encandila, pero ya voy viendo que al resto del mundo no tanto. Y es que el yugo de la sumisión, el cliché de la normalidad, pende sobre el país. Pende sobre todos los países, pero aquí se nota más, porque aquí los contrastes están a la vista de quien los quiera ver. Echo de menos que haya quien me pregunte, cómo va tu guión. Quizá por eso escribo con más rabia y más ganas, como si tuviese que demostrarle al mundo entero que escribir no tiene por que ser solo un hobby para señoritas bien educadas, que no soy una dama respetable ni una distinguida esposa, no, ni hablar, que soy escritora y lo seré mientras siga escribiendo guiones aunque nunca nadie me produzca ni una puñetera secuencia. Y hasta que no me de por vencida no se vale decir otra cosa.

Ya envié el corto al concurso de guiones. Luego lo registré vía internet con la Writers Guild of America, que ni sabía que eso se pudiese hacer, pero si, se puede. Qué honor, tener algo registrado con esos pendejos yanquis, que serán bien gilipuertas, pero tienen la organización más grande y mejor organizada de guionistas en todo el mundo mundial. Y ahora, como dicen, que gane el mejor y mientras tanto a preparar el terreno para la subvención del ministerio de cultura. Hace tiempo que he dejado de pensar que voy a ganar algo. Tal vez lo gane cuando se me olvide qué he mandado a donde, cuando no me lo espere. Y me va bien aprender a perder, porque al irse borrando el miedo a la derrota se pierde el miedo a intentarlo. Pero me ayuda ponerme objetivos y sobre todo imaginar que al menos alguien se leerá lo que escribo ni que sea para descalificarlo. Porque escribir para mi sola me quita las ganas. Sobre todo si se trata de escribir guiones. En fin, ya se que queréis oír historias sobre méxico y no sobre las organizaciones mundiales del guión, y además que culpa tendréis si vosotros sí que os leéis lo que escribo.

En México hubo dos días nublados: el de nochebuena, y el de navidad. El resto de días siempre hace sol porque así es aquí, la lluvia toca en verano, y es raro que llueva en estas fechas. El Distrito Federal es una isla (nunca mejor dicho) aislada del resto del país, por eso quiero salir ya, ver que hay del otro lado. Porque afuera debe haber mil historias, y ya tengo ganas, muchas ganas, de que nos vayamos. Aquí hay folklore auténtico y mucho folklore de mentirijilla, y una cosa a la que me he habituado es a guardar las facturas de todo lo que se compra porque en méxico, si pueden y si te dejas, te dan quilos de novecientos gramos. Por ejemplo el ordenador que se compró la madre de Marcos tenía supuestamente X memoria RAM y ya en la casa vimos que no, que tenía sólo la mitad. Y de vuelta al centro a cambiarlo. Y parecido con el ordenador que le han comprado a Marcos. Lo del ordenador de Marcos es toda otra historia aparte porque me da a mi que cuando Marcos vio que todos se estaban comprando las mil chingaderas se dijo que ni modo, que él también necesitaba un ordenador nuevo. Pero como es Marcos su madre le puso mil pegas a comprárselo. Injustamente, si me preguntáis mi opinión, mi opinión que, obviamente, no es muy neutral. Pero yo sostengo que si hay dinero para comprarle un portátil a la mamá, que casi no lo usa, con más motivo habría que comprárselo al hijo, que sí lo usa, y mucho, y que técnicamente podríamos decir que vive de eso. En fin, tras muchos tiras y aflojas le dieron la mitad del dinero para que se lo comprase. E igual, después de haber comprado una supuesta ganga, ahora no le funciona internet. Y ya me lo veo, otra vez al Zócalo a discutir con el vendedor. Tal vez eso sea una derivación de la mordida.

Se me ocurre que tuve suerte de aterrizar aquí cuando lo hice, y de cómo se me acumularon las muy buenas impresiones que tuve, y quizá por eso me gustó tanto el país. Si hubiera visto los detalles que han ido ocurriendo después tal vez no me hubiese gustado nada. Por ejemplo el otro día cuando fuimos a las luchas, que están en la colonia de la doctores (que se llama así porque todas las calles tienen el nombre de un u otro doctor) nos pegaron un sablazo de vergüenza. ¡Y aún que regateamos! La colonia doctores tiene muy mala fama –se ve que allí te roban en un plis-. Cuando aparcamos el coche llegó la viene-viene. Los viene-viene son los que se dedican al “cuidado” de los coches. En realidad, la mayoría de las veces no hacen nada más que indicarte cómo aparcar, ¡cómo si necesitases a alguien para aparcar en una acera vacía!, pero en fin, así se ganan la vida y normalmente cuando vuelves de tus compras o tus asuntos les das unos pesitos. Pocos. Como un par. Pues esta se nos plantó delante y nos soltó: 40 baros, por ade. Traduzco: cuarenta pesos, y por adelantado! Eso por aparcar en vía pública. 40 pesos por que te cuiden el coche es un robo a mano alzada, y más si es por adelantado, porque obviamente la viene-viene se va a ir en cuanto haya cobrado. Pero claro, en realidad lo que nos estaba diciendo era: o pagas o cuando vuelvas no te encuentras el coche. Marcos le regateó a veinte –que seguía siendo un robo-, pero, obviamente, cuando volvimos, dos horas después, la viene-viene había desaparecido. Y la rabia que me dio que nos extorsionasen así. Eso si, las luchas me gustaron, y mucho. Es como boxeo pero los luchadores van disfrazados y enmascarados y el objetivo principal no es romperle la cara al contrario sino hacer una buena performance. Los luchadores saltan y hacen acrobacias y bromas y en realidad se parece más al circo que al boxeo. Aunque de vez en cuando algún luchador se queda ahí, claro.

En Navidad tuve la oportunidad de probar los romeritos. Los romeritos son un plato hecho a base de hojas de romero hervidas con mole, nopalitos y gambas y son deliciosos. Algo así como comer fideos vegetales con chocolate picante. Quién me hubiese dicho a mi que el romero tenía esos usos! Tenemos que probarlo en cuanto llegue a España. Podemos conseguir el romero en la masía y los nopales los robamos del Parque Güell y listo. El mole y las gambas se compran en el Corte Inglés. También probé las tortas de bacalao y las de pavo, que básicamente fueron los restos de la cena navideña embutidos en pan. Pero el bacalao, cuanto más tiempo pasaba, más bueno estaba. Me dieron ganas de congelar un poco de todo para traérmelo de vuelta y así lo probábais. Pero ni oportunidad tuve porque no quedó ni una migaja. Y mil cosas más que he probado de las que ni de los nombres me acuerdo. Marcos está “tot cofoi” porque dice que su novia es todoterreno y se come lo que sea sin pestañear y sin hacerle ascos (y lo que es más importante, sin ponerse mala) –les presume a sus amigos-; yo también lo estoy porque, la verdad, la comida mexicana es buenísima, pero necesitas un estómago de acero para soportarla, y miedo me daba enfermarme al primer día. Pero ahí se ve que me educaron bien y mientras el marido de Rosalba se enferma a cada rato, ahí está una servidora atascándose de tacos y probando picantes. Me pregunto cuántas papilas gustativas me he cargado ya pero la verdad es que cuando te acostumbras al picante entiendes por qué les gusta tanto…y es que tras la barrera picosa hay mil sabores distintos, tropecientasmil especies de chile y el doble de aditamentos. Y además engancha. A veces me despierto pensando en tamales verdes y el deseo se vuelve algo físico: hay que ir ya, ahora mismo, sin esperar un momento. Y lo peor es que los tamales sólo los venden por la mañana y a poco que te levantes tarde ya te quedas con las ganas. E igual me pasa con el chipotle. Sólo de decir el nombre ya me parece olerlo y me entra un antojo tremendo que casi casi me hace asomar lágrimas a los ojos. Y no, no es que esté embarazada. Es que el picante engancha fuerte. No me extraña nada que la comida mexicana esté nominada a patrimonio de la humanidad. Es como la comida española pero con el añadido de los colores y los sabores de la jungla. Eso es multiculturalismo y lo demás sandeces. Y los antiguos aztecas siguen vivos en cada taquería…

Y espero que os cuidéis mucho. Os echo mucho de menos y me siento lejísimos. Por todos lados veo nombres y marcas catalanas, ya no se si porque me entra añoranza y tengo alucinaciones o porque (sospecho que eso último) los catalanes hicieron su gran verano en méxico. La tele aquí es pura propaganda política, mucho peor que en España, y el gobierno es un fraude que se huele a quilómetros de distancia, ni falta hace que te lo expliquen porque solo de ver los informativos, más claro el agua; y el gobierno asesina y tortura impunemente pero todos hacen como si nada y ahora entiendo, ¡ahora entiendo! Lo fácil que es fingir que todo va bien. Ahora entiendo las novelas y las películas y el famoso lema nazi del “es que no sabíamos”. Es lo mismo. Aquí nadie quiere saber tampoco, aquí nadie quiere pensar que esto es como el resto de Latinoamérica, y que no creo, no me lo creo, que estén tan bien como se figuran. Porque a los mexicanos les gusta imaginarse que viven en un país moderno y plácido. Pero es una mentira que se rasga fácil como la capita de la leche cuando la hierves. Tal vez haber estudiado comunicación me haya servido de eso. Para, al menos, ver cuando y cómo los noticieros mienten. Y qué bien mienten. Pero otro día os cuento más, porque se me caen las metáforas de sueño y se me acaban las pestañas…

Mil besos